Las temporales del Prado: Visiones del mundo hispánico. Tesoros de la Hispanic Society of America


El Museo del Prado, con el patrocinio de la Fundación BBVA, nos brinda la oportunidad de disfrutar en el edificio Jerónimos y hasta el 10 de septiembre de 2017, de más de doscientas obras pertenecientes a la Hispanic Society of America de Nueva York.


La centenaria institución posee la más importante colección de arte hispano fuera de nuestro país, con más de 18.000 piezas que abarcan del Paleolítico al siglo XX, y una biblioteca extraordinaria con más de 250.000 manuscritos y 35.000 libros raros, entre los que se incluyen 250 incunables. Piezas arqueológicas, escultura romana, cerámicas, vidrios, muebles, tejidos, arte islámico y medieval, obras del Siglo de Oro, arte colonial y del siglo XIX latinoamericano y pintura hispana de los siglos XIX y XX se muestran en un recorrido cronológico y temático.



Muchas de las obras presentes en la muestra no se habían exhibido hasta ahora, como los relicarios de Santa Marta y Santa María Magdalena de Juan de Juni, o el grupo de madera policromada, vidrio y metal titulado las Postrimerías del Hombre, atribuido al ecuatoriano Manuel Chili, Caspicara, mientras otras, se han recuperado recientemente como el extraordinario Mapa de Tequaltiche, que se creía perdido.


La selección de pinturas incluye obras de Velázquez, El Greco, Murillo, Zurbarán o Goya, a los que se unen representantes del modernismo y posimpresionismo español, como Zuloaga, Sorolla, Casas o Rusiñol. Entre las esculturas se incluyen, entre otras, la Efigie de Mencía Enríquez de Toledo del Taller de Gil de Siloé, la terracota de Luisa Roldán, el Matrimonio místico de Santa Catalina, o San Martín, una talla policromada de mediados del siglo XV.


La muestra, comisariada por Mitchell A. Codding, director de la Hispanic Society of América, presenta igualmente una importante selección de piezas arqueológicas, entre las que destacan joyas celtibéricas, cuencos campaniformes y un broche de cinturón visigodo junto a una selección de artes decorativas, con piezas de orfebrería renacentista y barroca, cerámica de Manises, Talavera y Alcora o un píxide de marfil con monturas de plata dorada.


Piezas textiles como un Fragmento de la túnica del príncipe Felipe de Castilla o una pieza de seda nazarí forman parte de esta magnífica exposición que se completa con un montaje que permite disfrutar de manuscritos como el Privilegio emitido por Alfonso VII rey de Castilla y León, las excepcionales Biblia sacra iuxta versionem vulgate y Biblia hebrea; cartas como las Instrucciones del Emperador Carlos V a su hijo Felipe, la dirigida a Felipe II por Isabel I, Reina de Inglaterra o la firmada Diego de Silva Velázquez, dirigida a Damián Gotiens, así como importantes mapas como el Mapamundi portolan, 15 cartas manuscritas iluminadas, de Battista Agnese o el Mapamundi de Giovanni Vespucci.

Un breve apunte biográfico

Archer Milton Huntington, hijo de una de las mayores fortunas de los Estados Unidos de América, cultivó desde su adolescencia un profundo interés por el mundo hispánico. La educación recibida y las vivencias adquiridas durante sus numerosos viajes a Europa  despertaron su interés por el coleccionismo, siempre encaminado a la creación de un museo. En apenas cuarenta años creó una biblioteca y un museo concebidos para alentar el estudio del arte hispánico a través de colecciones importantes tanto por la cantidad y calidad de las piezas como por el amplio período que abarcan. Paralelamente, desarrolló una importante labor editorial para poner al alcance de los hispanistas libros raros y manuscritos en ediciones facsímiles. Huntington basó además su política de adquisiciones en una decisión meditada, priorizando la compra de obra fuera de España para no privar al país de sus tesoros artísticos, siendo una de las personas que más hizo progresar el hispanismo en Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX, participando activamente en patronatos de numerosos museos españoles.

La exposición

Visiones del mundo hispánico. Tesoros de la Hispanic Society of America está dividida en ocho secciones, ofreciendo la posibilidad de disfrutar, al final del recorrido, de un documental, producido por el Museo del Prado y patrocinado por la Fundación BBVA. Dirigido por Francesco Jodice, trasladará al visitante al Nueva York de principios del siglo XX mientras nos relata la historia de la Hispanic Society of America y de su fundador Archer Milton Huntington.

La Antigüedad



En su afán por proporcionar al público americano una visión integral de la historia de España, Huntington concibió un museo con una cronología amplísima, que inicia sus colecciones en el segundo milenio antes de Cristo, con cerámicas de la Cultura Campaniforme, piezas de metal celtíberas, y concluye con una serie de obras de la época de la colonización romana.



Algunas de estas piezas se encontraron en excavaciones patrocinadas por el propio Huntington, como las de la antigua ciudad romana de Itálica, de donde proceden el busto de joven y el torso de Diana cazadora, aunque otras fueron adquiridas en el extranjero, como las halladas en el yacimiento del Acebuchal, cerca de Carmona (Sevilla), a caballo entre los siglos XIX y XX.

España medieval


Las colecciones de arte medieval de la Hispanic Society abarcan las diferentes culturas que se sucedieron en la Península Ibérica entre los siglos V y XV. Especial relevancia posee el arte hispanomusulmán, una de las pasiones de Huntington, quien compaginó el estudio del castellano y el árabe, dado que creía que la herencia islámica en España era tan importante como la cristiana.



Este planteamiento explica que, junto a piezas realizadas en territorios musulmanes, alguna tan extraordinaria como la píxide califal de Madinat-al-Zahra, adquiriera otras de naturaleza híbrida, realizadas en territorio cristiano por artesanos musulmanes, como sucede con la loza dorada o de reflejos metálicos de Manises (Valencia). Esta sección incluye una selección de obras del siglo XV y principios del XVI que reflejan el esplendor de la orfebrería e hilatura góticas, la irrupción del gótico internacional en la pintura valenciana hacia 1400, o el trabajo en Castilla de escultores procedentes de Europa como Gil de Siloé. Mención aparte merece el conjunto de aldabas con motivos animales y antropomórficos, un magnífico ejemplo del arte del metal tardomedieval.

Biblioteca


Huntington era un enamorado de la lengua y literatura españolas, lo que explica su empeño por contar con una excelente biblioteca. Para lograr este objetivo adquirió bibliotecas particulares, entre las que destaca la del marqués de Jerez de los Caballeros, pero sin renunciar al mercado especializado.
El resultado: 300.000 volúmenes y 1.500 publicaciones periódicas, incluyendo unos 150.000 manuscritos y libros raros anteriores a 1701, de los cuales 250 son incunables. Algunos conjuntos sobresalen por su riqueza y singularidad, como los 16 privilegios rodados de los siglos XIII al XV, la colección de cartas autógrafas de personajes fundamentales de nuestra historia o las más de 600 ejecutorias de hidalguía, documentos de gran interés que daban fe de la hidalguía del solicitante, confirmando su rango social a la vez que le eximían de ciertos pagos y obligaciones.

El Siglo de Oro



Cuando Huntington empezó su actividad coleccionista, Murillo y Velázquez figuraban ya en los mejores museos del mundo, y a ellos se añadirían pronto el Greco y Zurbarán. La Hispanic Society posee excelentes obras de todos ellos, así como de Luis de Morales, Alonso Cano o Valdés Leal.


Entre todos, destacan sin duda sus tres lienzos de Velázquez, dos de ellos restaurados para la exposición con la colaboración de la Fundación Iberdrola España. El panorama se completa con la presencia de artistas extranjeros fundamentales en el devenir de la pintura española como Antonio Moro o Rubens.



Pero el Siglo de Oro español no fue solo pictórico o literario, reflejándose su sensibilidad y excelencia reflejó en otras actividades artísticas como la cerámica, la orfebrería o la escultura. De esta última se incluyen adquisiciones recientes de la Hispanic Society, como el San Acisclo de Pedro de Mena o los Desposorios de Santa Catalina de la Roldana, que atestiguan la actual fascinación internacional por la escultura policromada.


Cierra la sección el gran lienzo de Sebastián Muñoz con la exposición en 1689 del cadáver de la Reina María Luisa de Orleans, esposa de Carlos II, único en su género.

Cartografía


El tránsito de la Península Ibérica a América viene marcado por esta sección, que incluye algunos de los mejores ejemplares de la colección cartográfica de la Hispanic Society. Una selección en la que conviven la utilidad y el lujo, siendo a la vez, obras de arte y compendios del saber científico de la época, como se pone de manifiesto en el Mapamundi de Giovanni Vespucci.


La mirada europea contrasta con la visión indígena americana, cuya muy distinta percepción espacio-temporal ilustra el Mapa de Tequaltiche o el Árbol genealógico de Macuilxochitl.

América


Huntington creía firmemente que la historia y la cultura española posteriores al siglo XV eran indisociables de América, razón por la que las colecciones de arte americano son muy ambiciosas por cronología, técnicas y medios.


Entre las piezas presentes en la exposición se incluyen incluyendo pinturas, esculturas y obras sobre papel y artes decorativas, en las que se aprecia el genio creativo de los artesanos indígenas, que supieron adaptar las formas europeas a sus materiales y técnicas tradicionales, al tiempo que asimilaban motivos y materias procedentes de Asia.



Esta sección ilustra algunos hitos de esos fenómenos, como la voluntad taxonómica de las pinturas de castas, la instauración de academias de la mano de artistas peninsulares, y el orgullo ciudadano de unos criollos que, tras la Independencia, se convertirán en los dirigentes de las nuevas repúblicas.

El fin del Antiguo Régimen


La invasión napoleónica, las independencias americanas y la muerte de Fernando VII marcaron un punto sin retorno en la historia de España. Con estos acontecimientos se puso fin a un siglo XVIII, que había sido testigo del advenimiento de la dinastía borbónica al trono español, el reformismo ilustrado de inspiración europea y los planes de modernización del país.


En la muestra están presentes piezas de las reales manufacturas de Alcora, el Buen Retiro o La Granja, junto a pinturas castizas como los retratos de la duquesa de Alba y  Manuel de Lapeña, marques de Bondad Real, en el primero de los cuales el “majismo” es captado de forma magistral por Goya .

España moderna


En la colección formada por Huntington a partir de la primera década del siglo XX la pintura española de los siglos XIX y XX tuvo una relevancia especial. Eligió obras de artistas destacados ya fallecidos, como Madrazo o Fortuny, pero las más numerosas fueron las que adquirió a artistas vivos.



Huntington se Interesó sobre todo por los pintores vivos y su visión de los paisajes y tipos españoles. Justo en unos años de transformación profunda del país, aquel empeño revelaba una búsqueda de lo que se consideraba más auténtico y esencial de España.



 


Era muy importante para el coleccionista que el conjunto diera cuenta de la diversidad entre las diferentes regiones, pensamiento que guió también el encargo a Joaquín Sorolla de la Visión de España.


Una nueva gran exposición temporal, que abarca 4.000 años de historia. En palabras del nuevo director del Prado, Miguel Falomir:

“Una gran oportunidad para conocernos mejor a nosotros mismos y ver cómo nos ven los demás. Una mezcla del Museo del Prado, la Biblioteca Nacional de España y el Museo Arqueológico Nacional”


Visiones del mundo hispánico. Tesoros de la Hispanic Society of America

Del 04 de abril al 10 de septiembre de 2017

Museo Nacional del Prado - Paseo del Prado, s/n, 28014 Madrid

https://www.museodelprado.es/

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