Madrid, 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I, rey de España.
Ese día amaneció con un sol radiante, un cielo azul, luminoso, madrileño hasta el tuétano, sin una sola nube que pudiera ensombrecer la histórica jornada. A las 8 de la mañana, la Carrrera de San Jerónimo ya estaba abarrotada de miles de españoles, que no se querían perder ni un detalle de lo que estaba a punto de suceder ante sus ojos. Tras 44 años de historia convulsa y trágica, con una II Republica incapaz de gobernar España, una Guerra Civil fraticida y sangrienta y una dictadura que acababa de tocar a su fin, la monarquía regresaba a España en la persona de D. Juan Carlos de Borbón y Borbón, que a partir de ese día iba a ser el rey de todos los españoles con el nombre de Juan Carlos I. Y lo ha sido, ¡Vive Dios, que lo ha sido! Desde la Puerta del Sol hasta Neptuno había banderas con los colores nacionales, el rojo y el gualda, adhesivos, banderines, pancartas… todo con la inscripción “Juan Carlos I, Rey de España”. A las 10 comenzaron a llegar los procuradores y los