El Tío Pepe y la Puerta del Sol.

¿Dónde está el tío Pepe? Esta sencilla pregunta se la habrá hecho, con toda seguridad, más de un turista, y algún que otro madrileño despistado, al llegar a la Puerta del Sol de madrileña durante los últimos dos años. El Tío Pepe, ese icono madrileño, había desaparecido, no estaba.
 Tío Pepe 6
Pero como no hay mal que cien años dure, la famosa botella negra con su chaquetilla roja de señorito andaluz, su sombrero de ala ancha y su guitarra, junto al lema “Sol de Andalucía embotellado”, ha regresado a la Puerta del Sol de Madrid tras una restauración a fondo que le ha devuelto todo su esplendor. Pero no lo ha hecho a su ubicación original en el edificio del desaparecido Hotel París, un edificio que en breve, se va a convertir en una nueva tienda Apple.
Tío Pepe 7 Tío Pepe 8
No, el Tío Pepe ha encontrado un nuevo hogar a tan solo unos 100 metros de distancia, entre las calles Preciados y Carmen y justo enfrente de otro símbolo de la Puerta del Sol: el reloj de la Real Casa de Correos. Y como ocurre casi siempre, la polémica está servida. Yo ya tengo mi opinión, ahora os toca a vosotros.
Pero el Tío Pepe no siempre estuvo solo en la madrileñísima plaza, hubo una época en la que estuvo muy bien acompañado, una época en la que, prácticamente todos los edificios  de la Puerta del Sol, lucían en sus tejados y azoteas, grandes luminosos con la publicidad de bodegas, relojes, jabones, líneas aéreas, lámparas… e incluso purgantes. Hoy os invito a realizar un breve recorrido por la historia de la Puerta del Sol y sus carteles publicitarios luminosos, con una atención especial a nuestro querido Tío Pepe.
Fue a principios de los años 30 cuando en las bodegas Gonzalez Byass se decidió instalar en plena Puerta del Sol un gran cartel publicitario con su marca. En un principio el cartel que se instalo no era del Tío Pepe, la famosa botella, aún no había nacido, sino que en él se leía únicamente “González Byass”. Dada la importancia estratégica de una plaza por la que, prácticamente pasaba todo el que vivía en Madrid o simplemente estaba de paso, la empresa bodeguera pago por la licencia 796 pesetas de la época, una cantidad que, sin duda, por aquel entonces era una fortuna. Entre mediados de 1935 y julio de 1936, las bodegas González Byass decidieron instalar su publicidad sobre el Hotel París, con su nombre en grandes letras y una copa de vino fino que salía de la “G”. Debajo y en letras más pequeñas se podía leer: Vinos Jerez Coñac. El día de Nochevieja de 1939 tras ser reparados los daños sufridos durante los bombardeos que sufrió la capital, se reinauguró el luminoso de González Byass, que fue calificado como el mejor de España.
Aunque no hay imágenes de la época que nos permitan demostrarlo, las malas lenguas afirmaban que, en un principio la figura de la botella con sombrero cordobés y chaquetilla corta, mostraba un brazo alzado. Manuel Azaña, tras la victoria del Frente Popular en febrero del año 36,  consideró que ese gesto era fascista y desde ese momento el Tío Pepe adopto la conocida postura en jarras. ¿Leyenda o realidad? Quién sabe, pero cuando el río suena…
El edificio sobre el que se erguía nuestro Tío Pepe orgulloso y altivo fue construido en 1863 y en él estuvo el lujoso Hotel París. En la actualidad el edificio está siendo reformado y en él se inaugurara en breve una nueva tienda Apple. Tal vez esta sea la razón principal para el cambio de ubicación del anuncio del Tío Pepe.
Tio Apple
¿Habrá tenido Apple algo que ver? Nada se ha dicho oficialmente al respecto, pero me temo que algo de verdad hay en ello. Y es que, “poderoso caballero es don dinero”.
En cuanto a la Puerta del Sol, ésta ha sufrido a lo largo de los años muchos cambios y reformas, unas más afortunadas que otras, pero son sin duda los anuncios publicitarios situados sobre sus tejados los que han marcado cada época, siempre al compás de las modas y de las, a veces caprichosas e incomprensibles, normativas municipales vigentes en cada momento.
Antes de la gran reforma de la Puerta del Sol iniciada en 1855, los carteles publicitarios se limitaban a los que publicitaban aquellos negocios que estaban en la plaza o sus alrededores. Durante las mencionadas obras de reforma, los comerciantes de la zona aprovecharon las medianas entre edificios para poner sus anuncios, que ocupaban toda la altura y anchura disponible. Tras la conclusión de las obras tras 10 años en 1865, la plaza quedó totalmente libre de publicidad.
El primer cartel publicitario sobre un edificio de la Puerta del Sol se instala hacia 1910. Era de “Cognac Garvey”, y estaba en el edificio que hace esquina con la calle Carretas. Con motivo de las obras del Metro de Madrid a finales de los años diez, la Puerta del Sol se llenó de carteles publicitarios, la mayoría de bebidas alcohólicas, llegando a sobreponerse unos carteles sobre otros. Merece mención especial el anuncio de Ponche Soto, “el luminoso más grande de España” según se afirmaba en una noticia de 1919.
Puerta - Finales de los años 20 Puerta del Sol - Años 20
En los felices años 20 y los primeros 30, se instalan nuevos luminosos como el del Jabón Aroma de la Tierruca, en la esquina con la calle del Carmen, a su derecha se podía ver el de las lámparas Egmar y el de Anís de la Asturiana, en la esquina con Montera, justo delante del cartel del fotógrafo Amador, que en letra más pequeña anunciaba como reclamo publicitario: “hay ascensor”. A finales de la década se instalan el anuncio luminoso de Anís del Mono y detrás de este, pero más elevado, el de Pedro Domecq. Prácticamente todos los edificios de la plaza lucen en esta época un luminoso en su tejado: en el edificio entre Preciados y Carmen, Anís de la Asturiana y conservas Albo, que habían sustituido a los de Cinzano y Ponche Soto. El de las lámparas Egmar fue trasladado a la esquina con la calle del Carmen. Anís de las Cadenas se entre las calles Carmen y Montera.
Otro gran luminoso de relojes Longines, con un gran reloj de esfera blanca y agujas negras ocupaba el edificio entre Montera y Alcalá. Y el tejado del edifico entre la calle Alcalá y la carrera de San Jerónimo era ocupado por el letrero del Hotel Paris. Entre Espoz y Mina y Carretas, se instalo la mayor estructura de la plaza para la colocación de anuncios luminosos, y allí se situó la publicidad de los purgantes Besoy, y de otros productos farmacéuticos.
Puerta del Sol 1928 Puerta del Sol 1930
Es también a mediados de los años treinta cuando en la torre de la Casa del Cordero, se instaló el rótulo de Foret, Agua Oxigenada, orientado hacia la Puerta del Sol, para que se viera mejor. Durante la República se pusieron anuncios luminosos de los principales partidos políticos y en la fachada del edificio de La Mallorquina, entre Mayor y Arenal se desplegaron grandes carteles de propaganda política, algo que también ocurriría mientras duro la Guerra Civil.
 Tío Pepe-1950 Tío Pepe 1936 Tío Pepe 1
¿Pero dónde está nuestro querido Tío Pepe? Pues a punto de nacer. Fue en 1935, con motivo del primer centenario de la fundación de las bodegas González Byass, cuando nace la muy española botella de Tío Pepe con su guitarra, su chaquetilla roja y su sombrero cordobés, creada por Luis Pérez Solero, con la siguiente leyenda: “Tío Pepe. Sol de Andalucía embotellado. González Byass”. Pero habrá que esperar aún unos años, hasta la década de los 50, para ver como el  luminoso del Tío Pepe como se instala en la Puerta del Sol en sustitución de la publicidad original de los años 30. El día de Nochevieja de 1939, tras ser reparados los daños sufridos durante los bombardeos que sufrió la capital, se reinauguró el luminoso de González Byass, que fue calificado como el mejor de España.
Gonzalez Byass
Tras la guerra y ya metidos de lleno en la década de los 40, continúa la misma publicidad en el edificio de la Mallorquina. Entre las calles Arenal y Preciados aparece el anuncio de Lámparas CZ, y el de Sidra el Gaitero sustituye al anuncio del Jabón Aroma de la Tierruca entre Carmen y  Montera. El anuncio de Longines desaparece quedando el edificio sin publicidad, aunque será por poco tiempo.
Puerta del Sol - Años 40
En 1951 los madrileños ven una nueva reforma de la Puerta del Sol con parterres y fuentes en la parte central de la misma. Sigue el anuncio de González Byass con la copa de Jerez, Cinzano pasó a ocupar todo el edificio entre Montera y Alcalá, y el Anís de la Asturiana instaló un gran luminoso en la esquina de la calle Preciados con la publicidad de Iberia a su izquierda, en la esquina con la calle del Carmen. En la esquina con Carretas se instala la publicidad de las bodegas Sánchez Romate Hnos.
Puerta del Sol 1950 Puerta del Sol - 1959
Y por fin, hemos llegado al momento más esperado: la botella de Tío Pepe se instaló en el edificio situado entre la calle Alcalá  y la carrera de San Jerónimo, en la primera quincena de mayo de 1958. Y a partir de ese momento la famosa botella será la gran protagonista de postales, fotos en la prensa y objeto de deseo de los objetivos de las cámaras de turistas y madrileños.
Tio Pepe años 50
A principios de los sesenta hace su aparición el gran luminoso de Osram entre Arenal y Preciados, y otro Terry, también de gran tamaño, entre Preciados y Carmen. Siemens reemplazó al de Cinzano entre Montera y Alcalá y, en la esquina con Carretas, se instaló la publicidad de Nescafe y Martini.
Puerta del Sol - años 60 (Comitiva de presentacion de credenciales) Puerta del Sol - 1965
Para terminar con este viaje en el tiempo, contaros que, al menos hasta mediados de los años setenta, siguieron brillando en la noche madrileña los anuncios de Domecq, Anís del Mono y Foret, los últimos en ser desmontados tras casi 45 años luciendo, para dejar a nuestro Tío Pepe, iluminando en soledad las noches de la Puerta del Sol. Por su parte la botella de Tío Pepe ha estado entre nosotros casi 55 años, aunque el de la bodega estuvo desde 1936.
?????????? ??????????
Y ahora tras dos años de trabajos de limpieza y restauración, el Tío Pepe ha vuelto a casa. Esta vez ha regresado a casa de un vecino, pero ahí está, fresco y jovial, como nuevo, tanto que en vez del Tío Pepe… parece el sobrino.
Bienvenido a casa Tío Pepe. Los madrileños te echábamos de menos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Paseo de la Castellana o las heridas del tiempo.

El Palacio Real de Madrid. Historia, secretos y leyendas de un noble edificio.