Fantasmas en el museo. La siniestra y fantasmal herencia del Hospital de San Carlos.

Dos edificios históricos de la capital se convirtieron  en noticia destacada en los principales medios de comunicación, tanto locales como nacionales, a causa de ciertas apariciones fantasmales y fenómenos extraños e inexplicables, en la decada de los 90 del siglo pasado. Uno de ellos es el Palacio de Linares, y el fantasma de Raimundita, tema sobre el que ya he escrito en una entrada anterior, el otro, el edificio del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, antiguo Hospital General de San Carlos. Dos edificios, donde tuvieron lugar extraños fenómenos, que a día de hoy, aun no han sido explicados. Comencemos.
Lugar: Madrid. Fecha: Última década del siglo pasado.
Real Cédula de fundación del Colegio de Cirugía de San Carlos (1780) Fachada lateral y secciones del Hospital General  de San Carlos
El edificio que en la actualidad ocupa el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, fue desde el siglo XVI el Hospital de San Carlos, gracias al rey Felipe II, quien, en el siglo XVI, centralizó en este lugar todos los hospitales que estaban dispersos en la Corte. En el siglo XVIII, ya anticuado y obsoleto, fue derribado por orden del rey Carlos III para edificar en el solar resultante un nuevo hospital. Finalmente, el 24 de febrero de 1780, el monarca, rubricó la ordenanza definitiva de creación del Colegio de Cirugía de Madrid, que fue inaugurado oficialmente el 1 de octubre de ese mismo año por su primer director, el doctor Antonio Gimbernat. En 1788 se pararon las obras tras el fallecimiento de Carlos III y el edificio fue ocupado para asumir la función de hospital, aunque lo edificado hasta ese momento fuera únicamente la tercera parte del proyecto de Francesco Sabatini y José de Hermosilla.
Hospital San Carlos 1
El nuevo edificio estuvo en funcionamiento hasta el año 1965 y sus inmensas dependencias fueron testigo de epidemias, que sembraron de muertos la ciudad, lugar de enterramientos y morgue.
 Hospital San Carlos 2
Durante la Guerra Civil fue hospital de sangre de ambos bandos y en sus sótanos se torturaba a aquellos que se oponían a la II Republica, especialmente miembros del clero, siendo asaltado por milicianos, que llegaron a fusilar en el mismo patio a las monjas que no lograron huir y a heridos del otro bando (ya hablaremos en otro momento de la Memoria Histórica). Un edificio, sin duda, siniestro, sórdido y cargado de energía negativa a causa de los hechos que en él se sucedieron a lo largo de sus cuatro siglos de historia. Un edificio terrorífico, en el que se afirmaba que tenían lugar apariciones fantasmales y hechos inexplicables, del que ya a finales del siglo XIX, La Ilustración Española y Americana, decía en sus páginas:
“Los enfermos se asoman por las ventanas del Hospital cuando atardece, para tomar el sol, el aire, y descubren sus rostros amarillentos, algunos casi moribundos. Rostros empalidecidos por la enfermedad o quien sabe si por el sufrimiento, hondo sufrimiento, de pernoctar en un edificio donde suelen ocurrir cosas extrañas nunca explicables, apariciones, ruidos y sombras fantasmales. Es la queja de los propios enfermos”
Atocha 11
Desde su clausura definitiva en 1965, el Hospital de San Carlos, quedó abandonado a su suerte, se fue deteriorando lentamente, ofreciendo a los madrileños y a los visitantes que entraban en la capital por la estación de Atocha un aspecto ruinoso y aun más siniestro, si cabe. Fue tal el grado de deterioro al que se dejo llegar el inmenso edificio, que se planteó la idea de demolerlo, pero, finalmente, un Real Decreto de 1977, lo declaró Monumento Histórico-Artístico, y con el decreto llego la salvación.
Museo Reina Sofía - Entrada
Con las obras de rehabilitación y remodelación para convertirlo en uno de los museos más importantes de Madrid, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en 1980, comenzaron a aparecer  cientos de esqueletos humanos ocultos entre sus muros desde hacia cientos de años. Y aquí comienzan de nuevo las leyendas, pues hay quien afirme que entre los restos, aparecieron los cuerpos momificados de tres monjas que murieron asesinadas y que, continúa la leyenda, todavía siguen enterradas entre los muros del museo. Nuevos rumores comenzaron a circular por Madrid en los años 90, con ascensores que subían y bajaban solos, luces que se encendían y apagaban sin motivo o alarmas que se accionaban sin causa aparente.
Museo Reina Sofía - Ascensor exterior
Los medios de comunicación escribieron y hablaron largo y tendido, afirmando que los vigilantes de seguridad habían sido testigos de todos estos hechos extraños y la leyenda continuo creciendo con una nueva aparición: una silueta vestida de negro, como una monja,  que recorría por la noche los pasillos del edificio. La sugestión y la histeria colectiva hicieron el resto, de modo que, algunos empleados del museo pidieron la baja, especialmente aquellos que tenían el turno noche.
La situación era insostenible, ya no había quien la parara. ¿O sí?
Grupo Hepta
En 1992, se decidió contratar los servicios de un equipo de estudiosos de los fenómenos paranormales, el Grupo Hepta, del padre Pilón, que no llegaron a ninguna conclusión medianamente sensata o racional, y en 1995, el mismo grupo de investigadores, tras una sesión de ouija, afirmaron haber podido identificar varias de las extrañas presencias: Malou, una judía, que “desea tan solo dar gloria a dios”, Aldonza de los Angeles, que aseguraba haber sido priora de la comunidad de religiosas del hospital hacia 1550, que busca a una joven novicia desaparecida sin dejar rastro, un demente furioso, Ataulfo, paciente del hospital, que confiesa el asesinato de cinco personas y Livinio, un médico que durante la guerra civil estuvo en el Hospital atendiendo a los enfermos, que falleció allí mismo, que afirmaba que:
“El hospital estaba concurrido por entidades que, como él, se encuentran atrapadas en nuestro plano”
Museo Reina Sofía
Fue tal el cumulo de explicaciones absurdas y sin sentido que se dijeron en el informe, que la opinión pública y los medios de comunicación, perdieron rápidamente el interés por las apariciones y los fantasmas del Reina Sofía, así que a día de hoy, todo sigue sin aclarar, y no se ha vuelto a oír hablar de nuevos fenómenos extraños, apariciones de fantasmas, ruidos, gritos o lamentos.
  “como resultado de la investigación, llegamos a la conclusión de que el edificio tenía una impregnación antigua, debida a la intensidad emocional de las vivencias correspondientes a la función que, como hospital, había desempeñado el edificio durante muchos años”
Vista Aerea - Paseo de Las Delicias
Finalmente todo ha quedado ahí, convirtiéndose en una más de las leyendas de fantasmas, fenómenos extraños y apariciones, y no son pocas, que salpican la geografía madrileña.

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