El Palacio de la Música. ¿De espacio cultural histórico a vulgar, trivial, insulsa, adocenada y prosaica tienda de ropa?

El Palacio de la Música corre serio peligro como espacio cultural. Su permanencia como tal, está amenazada por la cadena de tiendas de moda Mango y la inoperancia, pasividad e ineptitud del consistorio madrileño y su alcaldesa, Dª Ana Botella.
Esperemos que se detenga a tiempo semejante despropósito.
1924-Gran Vía 1924 Gran Vía siglo XXI
Y mientras aguardamos con el corazón en un puño el desenlace de esta historia, vaya desde aquí mi pequeño homenaje al que fue uno de los cines más emblemáticos de la, cada día más impersonal y mediocre Gran Vía. Una avenida, que comenzó siendo símbolo de lujo, y modernidad y que con el paso de los años, la globalización y la fiebre consumista se ha convertido en una calle comercial mas, del montón, sin personalidad, con tiendas de cadenas sin ningún interés y franquicias de todo tipo, de esas que te encuentras en cualquier centro comercial. No solo deberíamos intentar salvar el Palacio de la Música, deberíamos hacer algo para que la Gran Vía vuelva  a ser lo que fue durante sus 100 primeros años de vida. Aún estamos a tiempo.
Un poco, o un mucho de historia.
Palacio de la Música 5 Gran Vía 11
La construcción del palacio de la Música tuvo lugar entre los años 1924 y 1926 en el segundo tramo de la Gran Vía, comprendido entre la Red de San Luis (Montera) y la plaza del Callao. Antes incluso, de que se iniciaran las obras de construcción del edificio de Telefónica, sin duda el mas emblemático de los inmuebles situados en la Gran Vía madrileña. Este segundo tramo, que por aquel entonces se llamaba avenida de Pi y Margall, es el mas ancho de los tres que forman su trazado y en él , durante los años 20 se instalaron los primeros edificios de oficinas de la ciudad y también las primeras galerías comerciales, como el edificio de los “Grandes Almacenes Madrid-París”.
Le Phenix Viviendas Plaza del Marqués de Salamanca
Su arquitecto, el vasco Secundino Zuazo Ugalde, autor también entre otros edificios de Madrid de la Casa de las abejas (1919), la ampliación y reforma del palacete del marqués de Casa Argudín en Goya con Príncipe de Vergara (1926), y el edificio levantado en 1929 en la plaza de la Independencia para la compañía francesa de seguros Le Phenix, proyecto una sala al más puro estilo estadounidense imperante en la época, con un gran patio de butacas, y anfiteatros enfrentados al escenario, y amplias zonas de estar que incluían un bar con vistas a la Gran Vía, descartando la tradicional planta de herradura, claramente desfasada de los teatros de épocas anteriores.
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Su promotora, la Sociedad Anónima General de Espectáculos (S.A.G.E.) quiso que no solo fuera un cinematógrafo, sino lo que hoy llamaríamos un espacio multiusos o multifunción, capaz tanto para conciertos y espectáculos de todo tipo, como para la que finalmente sería su actividad principal: la proyección en su gran pantalla de películas de estreno. En un principio se llamó Sala Olimpia, posteriormente Cine SAGE y finalmente, Palacio de la Música, el nombre con el que todos nosotros lo recordamos.
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Zuazo proyecto para el edificio una sala de fiestas situada en el sótano, algo que también veríamos en el Cine Avenida con la mítica sala Pasapoga, y doto a la sala principal de un ábside semicircular, con espacio más que suficiente para una orquesta, y para que no faltase de nada, en la azotea situada sobre la cubierta del edificio, se proyecto un cine de verano que debería haber hecho las delicias de los madrileños.
 Organo Palacio de la Música Detalle Techo Palacio de la Música
Desgraciadamente no fue así, pues a punto de inaugurarse la sala, el 4 de diciembre de 1925, la cubierta se vino abajo causando la muerte de una mujer. Los trabajos de reconstrucción se iniciaron rápidamente, pero  la construcción del cine de verano se desestimo. Y así, tras once meses de obras contrarreloj, el 13 de noviembre de 1926, tuvo lugar la tan esperada inauguración, con un concierto a beneficio de la Asociación de la Prensa en el que la Orquesta del Palacio de la Música interpretó entre otras piezas la Sinfonía Fantástica de Berlioz y El Amor Brujo de Falla. Al acto inaugural asistieron la reina Dº. Victoria Eugenia de Battenberg, sus hijas las infantas Beatriz y María Cristina, y su tía política la infanta Isabel, conocida popularmente entre los madrileños como “La Chata”.
La Venus Americana
Al día siguiente tuvo lugar la première cinematográfica, propiamente dicha,con la proyección de la película muda “La Venus Américana”, un film estadounidense dirigido por Frank Tuttle y protagonizado por Esther Ralston y Lawrence Gray, La proyección fue acompañada por la orquesta, que de este modo, abría las sesiones con una pieza sinfónica, acompañando con su música las películas mudas; llegándose incluso a entregar a los asistentes el programa de las piezas que serían interpretadas.
Manon Lescaut
El gran potencial de esta fórmula llego a su cima poco después, con el estreno el 29 de noviembre de la película alemana producida por la U.F.A., “Manon Lescaut”, dirigida por Arthur Robison e interpretada por Lya de Putti, Vladimir Gajdarov y una, aun casi desconocida, Marlene Dietrich. Para la ocasión, la orquesta acompañó la proyección con la ópera homónima de Massenet, contando con la colaboración de la soprano Matilde Revenga y el tenor Mario Cortada, que cantaron en directo las arias más destacadas en los momentos culminantes del film. Ya en diciembre se proyectó la primera película española, titulada “El pollo pera” dirigida por León Artola, seguida poco después por “Corazón de Reina”, docudrama filmado con fines benéficos y estrenado el 16 de diciembre en un festival organizado por el Real Patronato de la Lucha Antituberculosa, con asistencia de la reina y las infantas Cristina y Beatriz, que habían participado en la cinta. El primer éxito comercial de una película española, llegaría con “La chica del gato” de Antonio Calvache, que se estrenó el 6 de enero de 1927, seguida un mes más tarde por “Los vencedores de la muerte”, del mismo director.
Palacio de la Música 9 Orquesta del Palacio de la Música
En el apartado musical, la orquesta creada y dirigida por el maestro José Lassalle, tuvo desde un principio su propia programación de conciertos de abono, con un amplio repertorio, que alternaban con otros conciertos denominados “festivales”, dedicados íntegramente a las obras de un único autor, conciertos para los que se solía contar con la colaboración de  los más prestigiosos músico del momento. Estos “festivales” solían dedicarse a los grandes genios ya fallecidos: Mozart, Beethoven, Wagner, Tchaikovski, Saint-Saëns o Puccini, entre otros, pero también se dedicaron a compositores aún vivos, como el mismísimo Manuel de Falla, que el 5 de noviembre de 1927 acudió al Palacio de la Música para dirigir en persona, varias de sus obras al frente de la orquesta titular acompañada del pianista Frank Marshall -discípulo favorito de Enrique Granados. Un Festival Falla que incluyó el estreno madrileño del Retablo de Maese Pedro y el mundial del Concierto para clavicémbalo.
La Chanson de Paris La Canción de París
No sería hasta 1929 cuando el palacio de la Música se convertiría a la más rabiosa novedad del cine: el sonoro, lo que hizo de esta sala, una de las primeras en adoptar esta nueva forma de disfrutar del séptimo arte en España con la presentación el 3 de octubre, a modo de prueba, de un “Programa Paramount”, seguido de la película “La canción de París” de Richard Wallace, protagonizada por Maurice Chevalier, cuyas canciones levantaron grandes aplausos entre el público aunque el sonido se eliminó en las escenas habladas en inglés, que fueron amenizadas por la Orquesta del Palacio de la Música.
Palacio de la Música 11
A esta prueba siguió el estreno en noviembre de la cinta “Sombras Blancas”, dirigida por Woodbrige “Woody” Strong van Dyke para la Metro-Goldwyn-Mayer; a partir de ese momento el éxito del sonoro fue imparable, estrenándose numerosos films que con los años acabarían convertidos en verdaderos clásicos del séptimo arte, como la versión sonorizada del film mudo “La marcha nupcial” de Erich von Stroheim, “La Intrusa” de Edmund Goulding, “La fierecilla domada” de Sam Taylor, o la versión sonorizada de la mítica “Ben-Hur” de Fred Niblo, con Ramón Novarro de protagonista y grandes títulos del cine español, como “La bodega” de Benito Perojo, con Conchita Piquer, o estadounidenses rodadas en Hollywood pero en español, antes de inventarse la técnica del doblaje, como “¡Si el emperador lo supiera!” de Chester M. Franklin.
Las Calles de Nueva York
Por desgracia, el 3 de octubre de 1932 falleció el maestro Lassalle, quedando la orquesta y coros sin su principal impulsor y el 22 de noviembre de ese mismo año, con la sala totalmente llena de público, que asistía a la proyección de “Las calles de Nueva York” de Buster Keaton, se declaró un incendio, que destruyó el escenario, provocando daños valorados en más de medio millón de pesetas de la época. Afortunadamente no hubo que lamentar víctimas.
Palacio de la Música 2 Palacio de la Música
Tras el incendio, se decidió disolver la orquesta y dedicar la sala, después de la correspondiente reconstrucción, a su uso únicamente  como sala de cine. Todos los elementos existentes destinados a la función musical de la sala fueron eliminados, caso de dos mágníficos órganos situados a ambos lados de la boca del escenario, que fueron sustituidos por unas candilejas en forma de venera, igualmente llamativas.
Gran Hotel 1 Greta Garbo
La sala reabrió de nuevo el 18 de febrero de 1933 con la proyección de la película de la Metro, “Grand Hotel”, un film coral, dirigido por Edmund Goulding, con Greta Garbo, Joan Crawford, John Barrymore y Wallace Beery, entre otras muchas estrellas de la galaxia de la Metro.
Gran VÍa 12 Alas Rojas
Como era de esperar, las actividades documentadas durante la Guerra Civil no son precisamente numerosas. En esta dramática etapa, el Palacio de la Música pasó a ser gestionado por el sindicato Unión General de Trabajadores, que mantuvo la sala en activo, combinando en su programación espectáculos en directo, como el festival protagonizado por Pastora Imperio en 1937, con cintas internacionales y noticiarios de exaltación bélica, como el documental “Alas Rojas”, sobre los pilotos de la aviación republicana en el frente de Aragón, o el documental “Guernica”, sobre los bombardeos de dicha ciudad llevados a cabo por la Luftwaffe. Pero a pesar del drama que se estaba viviendo en España, también había lugar para la risa, proyectandose la película, “Un par de gitanos” de James W. Horne, protagonizada por la popular pareja cómica formada por Stan Laurel y Oliver Hardy, más conocidos en España como “El Gordo y el Flaco”.
Orquesta Nacional Palacio de la Música 14
Entre 1942 y 1952, nuestro protagonista recuperó su característica de espacio multifunciónal, al convertirse en la sede permanente de la Orquesta Nacional de España, pero eso si, sin abandonar nunca su función principal para la que fue proyectado: las exhibiciones cinematográficas. En el palacio de la música se estrenaron, entre otras, “Al servicio de las damas” de Gregory La Cava y “El capitán Blood” de Michael Curtiz, “Blancanieves y los siete enanitos” de Walt Disney,  “Luz que agoniza” de George Cukor, la polémica “Gilda” de Charles Vidor o “Lo que el viento se llevo” de Victor Fleming, eso si, esta última con más de 10 años de retraso.
Raza Goyescas
De la producción española, destacaría “Frente de Madrid” de Edgar Neville, “Raza” de José Luis Sáenz de Heredia sobre un argumento del mismísimo Francisco Franco, “Goyescas” de Benito Perojo, o “El escándalo” de José Luis Sáenz de Heredia. Estas proyecciones eran precedidas, desde el 15 de abril de 1940, de un noticiario de actualidad titulado La guerra al día, que informaba sobre la marcha de la Segunda Guerra Mundial que reunía las filmaciones de las productoras alemana UFA alemana y de la americana Fox, entre otras grandes productoras de la época.
Palacio de la Musica
En 1962 se decide desde arriba, “que los conciertos de la Orquesta Nacional, celebrados en el Palacio de la Música, sean televisados, a fin de que la labor de perfección educativa que realiza nuestra primera entidad sinfónica llegue a todos los hogares”. La primera retransmisión del programa “Sinfonía” de TVE, dirigido por Federico Contreras y presentado por el crítico musical Antonio Fernández-Cid, tiene lugar el 16 de noviembre de ese mismo año. Por último, no hay que olvidar que el Palacio de la Música compartía este uso sinfónico con actuaciones de música ligera, con figuras como Maurice Chevalier en 1952, Imperio Argentina en 1955, Charles Aznavour en 1966. Tras el traslado en 1967 de la O.N.E. al Teatro Real, ocupa su lugar la Orquesta Sinfónica y Coros de RTVE, bajo la dirección de Igor Markevitch, con conciertos en los que participan solistas como la soprano Ángeles Chamorro. Asimismo, se continua con la música ligera y actual, con actuaciones de Atahualpa Yupanqui, en 1968, Raphäel de 1968 a 1974, Joan Manuel Serrat en 1971, Mari Trini en 1973 o María Dolores Pradera en 1974 entre otros.
Palacio de la Música - Raphael Palacio de la Música - Teatro Club 1
En lo que respecta al edificio como tal, mencionar que en 1957 el propio Secundino Zuazo proyecto una nueva planta sobre la cubierta, destinada a oficinas y talleres destinados a la creación de los carteles que anunciaban las películas y en 1960 se amplió el acceso al vestíbulo. En 1961 el arquitecto Enrique López-Izquierdo se hace cargo de convertir la fallida sala de fiestas del sótano en un teatro experimental con 400 localidades bautizado como Teatro Club que se inauguro el 2 de marzo de 1962, con la comedia de Alfonso Paso “Los derechos de la mujer” y por el que pasaron prácticamente todas las grandes figuras de nuestra escena como los hermanos Irene, Julia y Emilio Gutiérrez Caba, Julieta Serrano, Concha Velasco, Manolo Gómez-Bur, Aurora Redondo, José Sazatornil “Saza”, Ismael Merlo, María Luisa Ponte, Carlos Larrañaga, Margot Cottens, Rafael Alonso, Amparo Soler Leal, Vicente Parra, Amparo Baró, Narciso Ibáñez Menta, Luchy Soto, o Mary Carrillo… como podéis ver una lista interminable. Fue este mismo arquitecto quien, tras el cierre del Teatro Club en 1983, se encargo de crear en este mismo espacio dos pequeñas salas de proyección, lo que convirtió al Palacio de la Música en un multicine, según las modas imperantes del momento.
Comienzan los problemas. ¿El principio del fin?
Palacio de la Música -  Ultimas Películas
Finalmente, el 22 de junio de 2008, tuvo lugar el cierre definitivo del Palacio de la Música tras 82 años de existencia, con la proyección de la película “Antes que el diablo sepa que has muerto”, dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por el recientemente fallecido, Philip Seymour Hoffman, Ethan Hawke y Albert Finney, una sesión con la sala abarrotada de un público que no acababa de creerse que el Palacio de la Música, su cine, estuviera a punto de pasar a la historia.
Palacio de la Música - Obras Palacio de la Música - Sala Multiusos
Tras el cierre, la Fundación Caja Madrid adquirió el edificio, con la intención de, tras las obras necesarias, convertirlo en un auditorio. El proyecto recibió el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio Histórico, con la condición de que se mantuviera su uso como espacio cultural. Todo parecía ir sobre ruedas, se encargo al arquitecto José Luis Rodríguez Noriega, el proyecto de restauración y rehabilitación necesario para transformar el Palacio de la Música en el segundo auditorio de la capital con capacidad para 1500 espectadores . Solo el Auditorio Nacional, en la calle Príncipe de Vergara lo superaría. Las obras se iniciaron con la eliminación de los minicines situados en los sótanos del edificio desde los 80 En ese espacio irían camerinos, salas de ensayo, salas de máquinas e instalaciones. Se demolieron los talleres y oficinas construidos en los 50 sobre la cubierta del edificio,  se  recupero el aspecto original de la sala, aunque con las modificaciones, necesarias para adaptarla a la que sería su nueva función como sala de conciertos, y se construyo la sala polivalente sobre la cubierta ya despejada. Y entonces, tras casi tres años de obras, entre enero de 2009 y diciembre de 2011, con el 80% por ciento de los trabajos de reconversión realizados, llego el desastre: con la creación de Bankia, y su posterior derrumbe, las obras se suspendieron definitivamente el 12 de enero de 2012.
Palacio de la Música - Interior 2 Palacio de la Músca - Interior 1
Y ahora, Bankia pretende venderlo para recuperar parte del dinero invertido, lo que hará, de llevarse a cabo, que el Palacio de la Música se convierta en un espacio de uso comercial, algo que, con la ley en la mano, no debería ser posible: el edificio está considerado única y exclusivamente un espacio cultural, con un nivel de protección integral según el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid.  Y lo peor es que la pelota, mucho me temo que está en manos del Ayuntamiento de Madrid y del Gobierno de la Comunidad Autónoma, y ya sabemos lo que opina el Partido Popular en lo que la cultura se refiere… y como actúa.
Gran Vía (53)
Si no hacemos nada por remediarlo, si no defendemos la historia de Madrid, de nuestro Madrid, el Palacio de la Música será una tienda de moda, una franquicia más, (Mango suena  con insistencia) y Madrid y los madrileños habremos perdido un espacio cultural dedicado a la música, una magnífica sala de conciertos, casi finalizada, en un edificio soberbio, con una situación privilegiada. Como ya ocurrió con el Cine Avenida y la cadena de ropa H&M, estará en grave peligro la conservación de parte de la historia de Madrid y de su patrimonio.
 No podemos permitir, que algunos individuos sin escrúpulos, compren y vendan al mejor postor los espacios culturales que, a lo largo de los años han ido convirtiendo a Madrid en todo un referente cultural. No queremos que Madrid se quede sin sus cines y teatros históricos. No aceptamos que el centro de Madrid deje de ser un centro cultural, para convertirse en un centro comercial mediocre.
Palacio de la Música 4 Palacio de la Música
¡¡¡No lo permitamos!!!
¡¡¡Salvemos nuestros cines y teatros históricos!!!
¡¡¡Salvemos el Palacio de la Música!!!

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